miércoles, 11 de noviembre de 2009

Una vez más...

Y una vez más ella me empujó a hacerlo. Tal y como ocurrió hace no mucho, con el famoso flickr. Entonces también se trataba de un lugar donde expresarme, en este caso, fotográficamente. Desde luego, mi dejadez para con esa web no es un buen ejemplo, sino más bien un mal augurio para este sitio. Sin embargo, no me he arrepentido en ningún momento de haberlo abierto y por ahora mantengo la esperanza de darle la vida que merece.

En el fondo necesitaba esto y, sobretodo, lo deseaba desde hace mucho tiempo. La música me limita cuando escribo una canción y a menudo siento la necesidad de expresar ideas y sentimientos, sin tener un lienzo delante para plasmarlos. De forma figurada entiéndase, no me “dedico” a la pintura.

Así que aquí estoy, iluso de mí, en mi peor época, creativamente hablando, con un reciente bloqueo de inspiración entre manos y con intención de llenar un espacio con todo ese torrente de pensamientos que a menudo... tenía.

Por si fuera poco, inicio este periplo con la casi absoluta seguridad de que no tengo tiempo para cumplir con ello, así como con tantas otras cosas.


Quizás sea el mejor momento para empezar.



Podría haber acabado esta primera entrada con la frase anterior. Gran final. Sin embargo, me parecía de mala educación no dirigirme a aquellos “intrusos” que quizás lean esto y casi no sepan de mí. Tranquilos, no me creo importante de repente. Sólo se trata de precaución ante una posibilidad, aunque remota.

Para ellos diré que soy joven, aunque algunos bromeen con la idea opuesta, me gusta mi trabajo unos días más que otros, tengo grandes esperanzas a pesar de los disgustos y amo a mi chica.

Llamadla “chica”, “novia”, o con cuantos absurdos y ridículos palabros se os ocurran. Podéis llamarla de cuantas formas queráis y acertaréis, porque ahora mismo lo es todo para mí.

Y ahora vuelvo a los “conocidos”: Tranquilos todos. No van a ser comunes las cursiladas... y lo sabéis.

Empezamos.

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